7 CONSEJOS PARA EL ASPIRANTE A CINTURÓN NEGRO

El examen de Cinturón Negro es un punto de inflexión para cualquier artista marcial. Este artículo pretende ayudar a los aspirantes a este grado (incluso a cualquier otro) a prepararse para el momento del examen e incluso inspirar a los profesores a la hora de alentar y orientar a sus alumnos. Aunque podrían ser muchos más, daremos 7 consejos basados en la experiencia a los aspirantes a Cinturón Negro de Cualquier arte marcial.

1. No debes se un Cinturón Marrón que va a examinarse de Cinturón Negro: debes ser un Cinturón Negro que va mostrar que lo es.

En un examen tendrás que mostrar al profesor o profesores que te examine que tienes nivel suficiente para poder ser considerado Cinturón Negro. Debes por tanto haber alcanzado ese nivel antes del exámen. Si no es así, deberíamos seguir entrenando hasta alcanzarlo. Un gran maestro y Juez del Tribunal Nacional de Grados de Karate suele decir que un aspirante a Cinturón Negro debe ir al examen a recoger lo que es suyo. No debes tener por tanto la sensación de que eres un Cinturón Marrón que va a probar suerte en el examen, sino que eres ya un Cinturón Negro y vas al examen a demostrarlo.

2. Es fundamental que tengas confianza en ti mismo y en tu examen

Si tú no te sientes confiado y seguro de ti mismo será difícil que otras personas vean en ti a un Cinturón Negro con autoconfianza y no a un Marrón aspirante nervioso e inseguro.
Todo, absolutamente todo lo que prepares para tu examen debe estar perfectamente dominado. Hasta el detalle más insignificante. Y repetido hasta la saciedad, de forma que cada movimiento sea algo natural para ti. Ésa es la mejor manera de que sientas que todo está bajo control y de que puedas transmitir seguridad a quienes te examinen. Las técnicas o formas que compongan tu examen han de convertirse casi en un “amigo” para ti. Es posible incluso que cuando pase el examen lo eches de menos.

3. Tanto entrenando como durante el examen, el espíritu es la base de todo

Concentración, perseverancia, actitud marcial…todo ello debe verse reflejado en tu práctica y en tu examen. A veces las deficiencias técnicas puntuales pueden pasar a un segundo plano si el espíritu del aspirante es el adecuado. Sin embargo, un exámen correcto técnicamente pero que no transmite ese espíritu tal vez no merezca el grado de Cinturón Negro. Eso sí, huye de la teatralidad y la exageración: no hablamos de gestos para la galería, sino de vivencia auténtica.

4. La imagen y las formas cobran más importancia en el examen

Puede que quienes te examinen no te conozcan y no sepan cómo eres. No saben si eres humilde o arrogante, si eres extrovertido o reservado. Tu imagen, tu forma de caminar, tu ropa…dicen cosas de ti que de manera consciente o inconsciente influyen en quienes te observan. Por eso debes tenerlo en cuenta. No hace falta ir hecho un pincel, pero sí aseado, con la ropa limpia, caminar con confianza y saludar…personalmente creo que los saludos, como muestras de respeto y humildad que son, nunca están de más y sin embargo sí se les puede echar de menos. Así que ante la duda…saluda. Las formas y la etiqueta tienen sus porqués así que respétalos. No se trata por ejemplo de saludar de forma exagerada o con “cara de malo” sino de que tus gestos y tu rostro reflejen tu concentración. No tengas prisa y tómate tu tiempo. Haz las cosas bien.

5. Ajusta las técnicas a tus características y posibilidades

A veces queremos ser más de lo que somos. Y otras, pensamos que lo complejo es mejor que lo simple. Pero no es así: ¿o es más efectiva una técnica difícil mal ejecutada que una fácil bien ejecutada? Si tienes la posibilidad de elegir las técnicas de tu examen escoge las que se adapten mejor a tus características. No hagas patadas altas si no tienes suficiente elasticidad, no 16207_590160891083530_3935568157984990051_nhagas giros o técnicas complicadas si no eres capaz de controlarlos, no hagas al compañero técnicas complejas si necesitas que te él ayude para realizarlas… Esto no significa que ante las dificultades te rindas y cambies simplemente la técnica, pues entrenando es como se aprende, pero siempre elije técnicas que estén dentro de tus posibilidades. Es preferible lo simple bien hecho que lo complejo mal ejecutado.

6. Sin prisas, pero no te rindas

Te encontrarás en tu preparación con dificultades que has de superar. Muchas. Pero llegará un momento en que estés listo para tu examen. No te impongas a ti mismo la obligación de una fecha determinada: prepárate y entrena, y preséntate cuando estés listo. Seguramente tu maestro podrá ayudarte a decidir cuándo ha llegado el momento. Y si por fin llega el día de tu examen y el resultado no es el esperado no te vengas abajo. A veces las cosas no salen y solamente es cuestión de seguir entrenando. Te puedo asegurar que la satisfacción cuando lo consigas superará con creces esa pequeña decepción. Piensa que todo el trabajo que has hecho te ha servido para mejorar notablemente como persona y en tu arte marcial. La verdad es que el proceso de preparación, todo lo que has aprendido y entrenado es muchísimo más importante que el resultado del examen. Inténtalo de nuevo y verás.

7. El Cinturón Negro no es la meta final, sino el punto de partida.

Hasta la obtención del Cinturón Negro la práctica y el esfuerzo de estos años te han dotado de un cierto repertorio técnico. Has estado aprendiendo a leer, y ahora que ya lees bien es el momento de concentrarte en qué es lo que estás leyendo. Has sentado unas bases para, a partir de ahora, empezar a aprender de verdad haciendo un trabajo más cualitativo que cuantitativo. Cuando obtienes el Cinturón Negro, ya no tienes que preocuparte de cómo colocarte o hacia dónde mover los pies: eso ya sabes hacerlo. Puedes ahora prestar más atención al porqué de las cosas, sentir las técnicas o simplemente dejarte llevar por la sensación y el espíritu de la práctica. El Cinturón Negro no es la llegada, sino la salida. Tu camino marcial sólo acaba de empezar.

No debes se un Cinturón Marrón que va a examinarse de Cinturón Negro: debes ser un Cinturón Negro que va mostrar que lo es.

Mucha Suerte.

Articulo publicado en: blogkidokansevilla.wordpress.com